Las víctimas más inocentes de las sectas son los niños nacidos y criados en las comunas. Algunos de ellos denuncian su infancia y adolescencia perdidas durante años en los que fueron explotados para mayor gloria del ‘guru’ en el reportaje que este martes emite ‘Documentos TV’, ‘Víctimas de las sectas’. Concretamente es una joven quien reprocha a su madre el tiempo que pasó alejada de ella por pertenecer a una secta peligrosa. Cuando Maroesja Perizonius cumplió seis años siguió los pasos de su madre Lietje: se vistió con ropas rojizas, se colgó al cuello una ‘mala’ y se convirtió en ‘sannyasin’, una seguidora de Bhagwan Shree Rajneesh. Se convirtió así en una entre los miles de niñas y niños occidentales que en los años setenta, por voluntad de sus padres, entraron a formar parte de sectas religiosas peligrosas que les privaron de tener una infancia y un desarrollo normal. Ahora, en plena madurez, Maroesja ha empuñado la cámara y se ha atrevido a reconstruir lo que fue su infancia y su adolescencia, marcada por horas de trabajo a beneficio del maestro o gurú, sin recibir clases ni ningún tipo de formación.Rajneesh Chandra Mohan, también conocido como Bhagwan Shree Rajneesh y como Osho, fue un gurú con gran predicamento entre ciertos grupos occidentales en los años 70 y 80. Fue considerado por muchos de sus seguidores como un dios. Nacido en el seno de una modesta familia de India, Rajneesh cambió su nombre por el de Bhagwan (dios) e inició un movimiento supuestamente renovador de la humanidad, pero que se limitaba a utilizar terapias de choque para lavar los cerebros de sus seguidores y conseguir que trabajaran para él, además de predicar una promiscuidad sexual que era fomentada también entre los niños.Llegó a amasar una inmensa fortuna, gracias a la cual se dice que disponía de tres docenas de Rolls Royce y varios aviones privados para su uso personal. Cuando Bhagwan es expulsado de la India se traslada a Estados Unidos. Maroesja y Lietje le siguen. En Oregón, el gurú formó la comuna más grande del mundo. Mientras su madre hacía un curso, la niña trabajaba en una cocina y en una tienda de bicicletas de la secta.
ALGUNAS PÁGINAS EN LAS QUE PUEDES ENCONTRAR INFORMACIÓN
Conectándonos en el mundo de OshoPágina de contenidos sobre Osho contextos, discursos....
Osho en la enciclopedia Wikipedia
La información es un tanto partidista a favor de este personaje
Sectas de ACI Prensa
Página de información sobre sectas de la Iglesia Latinoamericana
Blog sobre el documental
Un artículo sobre OSHO en España
La secta osho campa a sus anchas en Ibiza.
Los sannyasins proliferan en la isla, al tiempo que todo un mercado de libros, vídeos, artículos, clases de meditación y viajes relacionados con este poderoso grupo económico y
religioso surgido en la India, al que algunos expertos califican de secta «especialmente peligrosa»
Bhagwan Rajneesh, más conocido por Osho, no ha muerto, al menos para docenas de seguidores de sus enseñanzas que residen en las Pitiüses. La mayoría son extranjeros (alemanes, brasileños, ingleses...), aunque también hay entre ellos algunos españoles, como una reputada actriz cuya casa de campo está repleta de libros y retratos de Osho, el visionario indio que saltó a la fama en los ochenta por arrastrar con sus creencias a millares de personas y por poseer una flota de 36 Rolls Royce en cuyas matrículas se leía «Jesucristo ahorra, Moisés invierte, y el gurú gasta».
Paradójicamente, el nombre de sus seguidores, sannyasins, significa en sanscrito «renunciante, asceta, monje», el que vive de la renuncia total».
Fallecido en 1990, el imperio comercial creado por Osho no desapareció con él. Eivissa es buena prueba de ello. Libros con sus máximas y sobre su vida, sermones de Osho en cintas de vídeo y cassettes, barajas y decenas de artículos son vendidos como rosquillas en tiendas especializadas de la isla, como herboristerías, librerías y tiendas alternativas, la mayoría propiedad de sannyasins de solvencia económica contrastada.
Según expertos en el tema, como el escritor Pepe Rodríguez, los sannyasins suelen tener un nivel cultural y económico alto. En las Pitiüses suelen escoger como lugar de residencia la zona de Sant Joan, donde algunos habitan en lujosas mansiones. El incremento de adeptos ha sido parejo al resurgir del hippismo y del culto a las religiones orientales experimentado durante los últimos años.
La brasileña Nadi Martínez es una sannyasin que se dedica a impartir cursos de «armonización de los centros energéticos», seminarios que promociona como una «vivencia somática y transpersonal, focalizando el desarrollo y la transformación de la consciencia». Residente en Santa Eulària, resume la filosofía de Osho en breves palabras: «Es una forma de salir de los patrones de nuestra cultura».
Dice buscar con ello la plenitud, ser más feliz, tener más coraje ante la vida. Para lograrlo es necesaria la meditación, que practica y coordina en grupos siguiendo al pie de la letra las instrucciones dejadas por el difunto Osho. Los conocimientos de Nadi abarcan además un amplio espectro de palabras que ya se han convertido en corrientes dada su acostumbrada utilización en los artesanales carteles clavados en los corchos de decenas de tiendas pitiusas: yoga, biodanza, terapia neoreichiana, rebirthing, colorpuncture, craniosacral balancing, arun, danzas sagradas de Gurdjieff...
Como la mayoría de los sannyasins, Nadi Martínez siente devoción por Poona, la Meca de los seguidores de Osho. Poona, en la India, es una especie de megaresidencia y lugar de peregrinación, al mismo tiempo, para los sannyas y «progres sedientos de la nueva moda», como explica Pepe Rodríguez en “Las sectas hoy y aquí” (Ediciones Tibidabo). Numerosos ibicencos y extranjeros (buena parte de ellos, ataviados con ropajes hippies) residentes en Eivissa viajan cada invierno a aquella «Comuna Internacional de Osho», como es publicitada por el poderoso imperio comercial de este grupo religioso, que ya en los ochenta incluso disponía de sus propias líneas aéreas, cadenas de discotecas y hoteles, saunas... Terminada la temporada turística, viajan hasta ese paraje para residir en él o sus cercanías durante seis meses, en algunos casos. Luego regresan a casa para hacer su particular agosto en los mercadillos, en sus negocios particulares o en actividades que son perseguidas con saña por la dirección insular de la Administración General del Estado.
La Comuna de Poona es descrita por este grupo como «un experimento en la creación del Nuevo hombre». De 120.000 metros cuadrados, está situada en los alrededores de Koregaon Park. A sus adeptos y a los neófitos les ofrecen «programas diseñados para ayudar a descubrir las capacidades de meditación y poder así incorporarlas a la vida cotidiana». La estancia puede durar varios meses, durante los cuales los sannyas participan en «programas de crecimiento personal y autodescubrimiento». A su vuelta a Eivissa, no todos visten de naranja (atuendo que los caracteriza) ni portan la mala (rosario de cuentas de madera con un medallón con la foto de Osho), pero sí llegan profundamente cambiados. Un cambio que a veces se registra, además de psíquicamente, en su nombre, ya que son rebautizados en sanscrito.
Visitantes ibicencos de aquella comuna relatan, encantados, acaloradas experiencias sexuales fruto, según afirman, del ambiente de libertad que allí reina. Precisamente, el propio Osho llegó a decir que «el sexo es lo sagrado y la experiencia orgásmica la primera experiencia de lo religioso». Según Pepe Rodríguez, Osho «manipuló la unión sexual tántrica (mística) hasta convertirla en exótica promiscuidad sexual».
El grupo que controla mundialmente la venta de los artículos relacionados con Osho, así como los viajes que se realizan a Poona y otras muchas actividades empresariales, ofrece dos direcciones en Eivissa, localizadas en Sant Antoni y Sant Mateu, que operan como Osho Information Centers. Sin embargo, sus teléfonos de contacto corresponden ahora a los de dos particulares que nada tienen que ver con los sannyansis, según comprobó esta redacción. Curiosamente, los discípulos de Rajneesh iniciaron en Eivissa su desembarco en España, donde crearon el Centro de Meditación Kamli. Corría el año 1983, y comenzaron sus actividades con un seminario dirigido a «mujeres valientes que deseen mejorar notablemente su calidad de vida amorosa, estética y social».
Pero el centro más cercano a Eivissa se encuentra en Estellencs, Mallorca, desde donde se distribuyen los libros de Osho publicados por The rebel publishing, editorial controlada mundialmente por la Osho International Foundation, megaimperio tan poderoso (en 1983 contabilizó 1.100 millones de dólares en ingresos) que incluso logra saturar Internet con el nombre de Osho, lo que hace prácticamente imposible que asociaciones o grupos que luchan contra las sectas ocupen con sus páginas web las primeras posiciones de los buscadores. Según admiten, en Estellencs se dedican a «traducir al castellano y publicar y divulgar todo el material impreso o sonoro que Osho nos dejó».
En esa localidad mallorquina también opera un Osho Gulaab Meditation Center, que fue autorizado por el mismísimo gurú. Ese centro ofreció a Proa un teléfono de contacto de sannyansins en Eivissa que corresponde al de una herboristería de Santa Eulària. Su propietaria, una portuguesa, admitió ser sannya, pero negó actuar como centro informativo de las actividades de este grupo en la isla.
Otro local comercial de Sant Joan aparece en diversas guías de Friends of Osho como local recomendado. En él también se venden todo tipo de productos ligados a las enseñanzas del gurú, además de dedicarse al alquiler de viviendas, coches y todo tipo de negocios.
Placer, bienestar, droga y dólares
El Parlamento francés, el Gruppo di Ricerca e di Informazione sulle Sette, expertos y ONGs españolas catalogan al movimiento creado por Osho como secta (entendida ésta como «grupo o movimiento que exhibe una devoción excesiva a una persona, idea o cosa y que emplea técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar a sus adeptos, diseñadas para lograr las metas del líder del grupo, y trayendo como consecuencias actuales o posibles el daño a sus miembros, a los familiares de ellos o a la sociedad en general», según la definición del psicólogo Michael Langone).
Los estudiosos de este grupo aseguran que «sus adeptos son captados a través de cursos terapéuticos o de meditación», que han experimentado un notable resurgimiento con la promoción de terapias vinculadas a la new age. En éstas se emplean técnicas de hiperventilación, música y gritos que llevan a la ruptura emocional de los pacientes. Pocos sucumben al encanto de una religión que ensalza el placer y el bienestar. Éste último también puede ser el económico: «Nada de ascetismo, hay que ganar mucho dinero para poder gastarlo», dice Pepe Rodríguez cuando se refiere a los sannyas.
En un documental de la Australian Broadcasting Corporation se aseguraba que seguidores de Bhagwan Rajneesh fueron quienes a mediados de los ochenta popularizaron el uso en Europa del MDMA (éxtasis), a donde la exportaron tras ser arrestados y expulsados del ashram de Oregón (donde habían creado una especie de Poona) por el gobierno de Estados Unidos, entre otras razones, por tráfico de armas (sus adeptos califican la detención de Osho de «arresto ilegal»). Para ellos, el éxtasis representaba una «herramienta espiritual». Su relación con el mundo de las drogas también ha sido investigado en Eivissa, al sospecharse que algunos de sus miembros podrían tener relación con el consumo de ayahuasca al margen de los ritos organizados por la Iglesia de Santo Daime.
En el libro Los nuevos movientos religiosos (Manuel Guerra Gómez, 1993) se afirma que este grupo fue «considerado especialmente peligroso por el Parlamento Europeo».
Extraido de : Periòdic d’Eivissa i Formentera.
Escrito por : Jose Miguel Romero.