martes, febrero 20, 2007

BACHILLERATO. VALORES DE CINE. LA SOLIDARIDAD

EL VALOR DE LA SOLIDARIDAD:

EDUARDO MANOSTIJERAS


Siguiendo con el trabajo de los valores de cine hemos visto la película EDUARDO MANOSTIJERAS. A continuación os adjunto algunos datos sobre la misma.

El trabajo consistirá en elaborar un "artículo de opinión" sobre el tema de la SOLIDARIDAD, tomando como base la película y las conclusiones del debate realizado en clase al término de la misma.

ÁNIMO.

TITULO ORIGINAL Edward Scissorhands
AÑO
1990
DURACIÓN
89 min.
PAÍS Estados Unidos
DIRECTOR Tim Burton
GUIÓN Caroline Thompson
MÚSICA Danny Elfman
FOTOGRAFÍA Stefan Czapsky
REPARTO Johnny Depp, Winona Ryder, Dianne Wiest, Anthony Michael Hall, Alan Arkin, Kathy Baker, Vincent Price, Caroline Aaron, Robert Oliveri
PRODUCTORA 20th Century Fox
GÉNERO Y CRÍTICA




Fantástico / SINOPSIS: Durante una noche de Navidad, una anciana le cuenta a su nieta la historia de Eduardo Manostijeras, un muchacho creado por un inventor que no pudo acabar su obra, y que dejó al joven con cuchillas en vez de manos. (FILMAFFINITY)
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"Obra maestra del cine moderno que, en su estreno, no fue recibida como se merece, pero que, con los años, se impone como una de la mejores películas de la historia del cine" (Javier Ocaña: Cinemanía)

11 comentarios:

Anónimo dijo...

EDUARDO MANOSTIJERAS & LA SOLIDARIDAD




En la pelicula de Eduardo manostijeras se narra un mágico relato sobre un muchacho que toma vida gracias al sueño de un inventor que, sin embargo, fallece antes de poder acabarlo, por lo que queda con unas enormes tijeras en lugar de manos. Eduardo se queda solo en su mansión en lo alto de la montaña, hasta que un día una vecina le encuentra y lo lleva a su casa, sin pensar en el impacto que una persona como Eduardo puede generar en un pueblo tan hipócrita y falso. Todo empeorará cuando Eduardo se enamore de la hija de la vendedora de avon, ya que esta tiene un novio agresivo y desagradable que tratará de hacerle la vida imposible para que no este con ella.En esta pelicula se resalta el aspecto de lasolidaridad,nosotros entendemos por solidaridad como uno de los principios básicos de la concepción cristiana de la organización social y política, y constituye el fin y el motivo primario del valor de la organización social. Su importancia es radical para el buen desarrollo de una doctrina social sana, y es de singular interés para el estudio del hombre en sociedad y de la sociedad misma.
Junto con los de autoridad, personalidad, subsidiaridad y bien común, la solidaridad es uno de los principios de la filosofía social. Se entiende por regla general que, sin estos cinco principios, la sociedad no funciona bien ni se encamina hacia su verdadero fin.La palabra solidaridad proviene del sustantivo latín soliditas, que expresa la realidad homogénea de algo físicamente entero, unido, compacto, cuyas partes integrantes son de igual naturaleza.
La teología cristiana adoptó por primera vez el término solidaritas, aplicado a la comunidad de todos los hombres, iguales todos por ser hijos de Dios, y vinculados estrechamente en sociedad. Entendemos, por tanto, que el concepto de solidaridad, para la teología, está estrechamente vinculado con el de fraternidad de todos los hombres; una fraternidad que les impulsa buscar el bien de todas las personas, por el hecho mismo de que todos son iguales en dignidad gracias a la realidad de la filiación divina.
En nuestros días, la palabra solidaridad ha recuperado popularidad y es muy común escucharla en las más de las esferas sociales. Es una palabra indudablemente positiva, que revela un interés casi universal por el bien del prójimo.
Podríamos imputar el resurgimiento casi global del sentir solidario, a la conciencia cada vez más generalizada de una realidad internacional conjunta, de un destino universal, de una unión más cercana entre todas las personas y todos los países, dentro del fenómeno mundial de la globalización. Esta realidad ha sido casi tan criticada como aplaudida en todas sus manifestaciones. Buena o mala, la globalización es una realidad actual, verdadera y tangible.Es por esto que la solidaridad debe ser desarrollada y promovida en todos sus ámbitos y en cada una de sus escalas. La solidaridad debe mirar tanto por el prójimo más cercano como por el hermano más distante, puesto que todos formamos parte de la misma realidad.


Patricia Miñán Ortega
Alejandro Muñoz Martinez
2ºBachillerato

Anónimo dijo...

CoMeNTaRio : Eduardo manos tijeras

Concebido como un moderno cuento de hadas, Eduardo Manostijeras es el más fiel reflejo de las obsesiones de su director: la dialéctica existente entre lo diferente y lo cotidiano, lo monstruoso frente a lo vulgar. Su protagonista es una más de esas víctimas de la hipocresía social. Su mundo, el castillo en el que vive recluido, es la materialización de la pureza, alejado de toda contaminación que supone el contacto con la realidad cotidiana. Un mundo, en fin, de ensueño (y que obtiene su metáfora más perfecta en esa máquina de hacer galletas inventada por su padre-científico, un Vincent Price coronando su larga filmografía antes de la muerte, tanto en la realidad como en la ficción). Tan sólo una verja lo separa de la urbanización donde se desarrolla la historia, una hilera de casas de tonos pastel donde existe una supuestamente tranquila y apacible vida: la materialización de una sociedad de plástico, cuyos valores humanos han quedado velados por las barbacoas, las camas de agua y la televisión por cable. Es la negación absoluta de la imaginación y la fantasía. Conceptos que Eduardo, una vez penetra en esa realidad que no le pertenece, pretende trasladar a sus jardines y a sus peinados.
En su visita al mundo exterior, el protagonista aprende lo que es el odio y el engaño. Sus tijeras, que en su hogar era lo que le permitia crear esas fascinantes obras de arte, son aqui las que producen dolor. La incomprension y la intolerancia acabaron por devolver a Eduardo a su lugar de origen. Incapaz de acariciar a un ser querido sin hacerle daño, forzado a portar mascara en un mundo de apariencias, es condenado a vivir eternamente en su antigua mansión. Pero, en su soledad, siempre hallará un refugio al que acudir en sus momentos mas afligidos, lo unico verdadero que pudo encontrar en aquel mundo de ficcion: el amor de Kim, la hija adolescente del matrimonio que le acogio en su hogar. Es este un lenguaje que ya conocia en su mundo, el sentimiento que le unía al cientifico que le creo.
En el desarrollo de esta idea, el director se permite conjugar una serie de estilos contrapuestos: la maravillosa escenificacion de cuento navideño, que adquiere su maximo valor en la secuencia del baile de Kim bajo la nieve creada por Eduardo; el tenebroso castillo abandonado con el ático de techo semiderruido donde tiene lugar el encuentro de Peg con Eduardo recuerda los viejos filmes de la factoría Hammer; ese mundo juvenil típico de las comedias estudiantiles de los 80, con los dormitorios inundados de fotografias que encumbran a sus ídolos; etc.
Pocas veces se ha realizado con tanta delicadeza una declaración de principios tan bella en forma de amargo poema romántico. Sin duda la obra más personal de Burton, Eduardo Manostijeras se constituye como un auténtico alegato contra la hipocresia y la mezquindad de la sociedad, al mismo tiempo que le permite a su director realizar un particular homenaje a toda la imaginería del cuento infantil en su máximo grado de elegancia formal, conjugando la primorosa calidad plástica de la forma con la profundidad fabuladora de sus contenidos.
HECHO POR: ARANXA LUZON ARANDA Y MELANI HURTADO SANCHEZ

Anónimo dijo...

SOLIDARIDAD

La verdadera solidaridad, aquella que está llamada a impulsar los verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones, está fundada principalmente en la igualdad radical que une a todos los hombres. Esta igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca de la persona, sin importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido.
La solidaridad, esencialmente, debe ser dirigida al ser humano. La persona humana es principio y fin de la solidaridad. El acto solidario debe ser hecho en beneficio de una persona, ya sea directa o indirectamente.
La solidaridad, pues, es justa y, por lo tanto, moralmente obligatoria en todos los casos, aparte de aquellos en que la ley la contempla y la hace jurídicamente obligatoria.
Desafortunadamente, las corrientes ideológicas modernas, aunque han conseguido ya, en teoría, la igualdad de todos los seres humanos, no han favorecido del todo la solidaridad.
FRASE REPRESENTATIVA DE LA SOLIDARIDAD:
“La verdadera solidaridad requiere que trabajemos por eliminar las raíces de la miseria humana, tanto propias como ajenas, incluso si esto requiere algún sacrificio por nuestra parte o haya que dar de nuestras necesidades y no sólo de lo que nos sobra.”

OPINIÓN(pelicula de Eduardo manos tijeras):

Esta pelicula nos representa unos grandes valores sobre la solidaridad,por ejemplo cuando la madre va al castillo a vender productos y lo vé solo y mal herido y se lo lleva a su casa ospedandolo durante un tiempo.Otro claro ejemplo es cuando la gente,en especial su familia,no lo veía como un monstruo,sino como uno más de la familia.
En la peli,tambien aparecen malas reputaciones sobre Eduardo,al creerse que él iba a hacer daño a los vecinos,y éstos hacen que vuelva al castillo para siempre.
A nosotros,nos gustaría destacar a un personaje,el policía,que después de todo deja vivir libremente a Eduardo.
El final,cuando la niña que se enamora de él finalmente,nos dió ganas de llorar y se nos rompieron los corazones.

Ana García Jiménez / Sergio Martín Torres / Adrián Vázquez Leyva 2º bachiller

Anónimo dijo...

E.M.T.

Opinión Positiva

Espléndido cuento gótico de navidad a cargo del maestro de lo oscuramente siniestro y delicioso, Tim Burton, con la colaboración en la reconstrucción de la historia de la que a su vez fue la guionista de esta obra, la entonces mujer del músico habitual de Burton, Danny Elfman, la guionista ("La familia Adams"), cineasta y productora norteamericana Caroline Thompson.
Con claras reminiscencias del Frankenstein de Mary Shelley por aquello del personaje de Eduardo Manostijeras, con su tez cadavérica y llena de cicatrices "por gajes del oficio", su atuendo estrafalario (traje de cuero negro), sus movimientos torpes, casi mecánicos, y su origen artificial creado por un inventor (Vincent Price en su obra póstuma), que a diferencia del dr Frankenstein no se comportó de manera cruel y despectiva, sino que trató de colmarlo de todas las semejanzas humanas, sólo que por un fatídico infarto mortal le dejó incompletas sus manos aún por inventar, quedándose de por vida con aquellas otras "manos" a base de tijeras de podar con todos los inconvenientes que eso le podría acarrear para una normal convivencia humana y cotidiana...
Además de su parecido formal con aquel mítico mostruo decimonónico, estaría el nexo de la incomprensión de un mostruo de buenos sentimientos no aceptado por la gente debido al tradicional recelo y prejuicios humanos de todo aquello que se salga de la ortodoxia o comúnmente establecido...
Otras posibles inspiraciones de sus dos creadores (Burton y Thompson) puediera haber sido el libro decimonónico también de tradición sajona, "Struwwelpeter", en donde el personaje de aquel niño, Peter, que no le gustaba nada asearse y al que le creció el pelo y las uñas de manera mostruosa...ó el evidente parecido con la fábula de "La bella y la bestia" ó "El peter Pan" de J.M Barrie por la tensa, contenida y ambigua relación con la chica o personaje femenino...
De cualquier manera Eduardo Manostijeras es una estupenda cinta de Burton, extraordinariamente narrada y filmada y con la brutal ambientación sonora (como siempre) a cargo de su habitual Danny Elfman que sencillamente lo BORDA. A parte, la habitualmete también espléndida fotografía y puesta en escena, se ve aquí de nuevo corroborada por el trabajo de Stefan Czapsky ("Ed Wood" ó "Batman vuelve" ambas de Burton)...y del trabajo de Johny Depp: "...no coment"...sencillamente BRUTAL. Junto con "Dead Man" de Jarmusch su mejor actuación de calle...
Así que entremedias de sus dos "Batman", Burton factura una maravillosa historia de las suyas en las que al parecer intentó "colar de rondón" algunos de los tópicos más manidos de la sociedad norteamericana de las décadas de 1950 a 1980...con su fetiche nieve y estación de navidad de por medio.

Opinión Negativa

Desde hace mucho tiempo me vengo preguntando que diablos le ven a esta cosa, varias veces he visto como la gente la alaba como si fuera lo mejor que se ha hecho. Tiempo atrás intente verla, y me quede dormido, volví ha intentar a verla, y me volví a quedar dormido, y así estuve por años, hasta que hace un par de semanas la vi completamente. Siempre tuve la idea que era una basura, y tenia razón, lo es. Una historia tan absurda, unos diálogos intrascendentales, actuaciones pasables, la misma música de siempre, y la típica ambientación burtoniana. Algún día voy a tratar de entender que es lo que le ven a Burton, dicen que es un genio, algo que no comparto, yo lo encuentro que esta demasiado sobrevalorado, Steven Spielberg, Francis Ford Coppola, James Cameron, Robert Zemeckis, Milos Forman, etc. Estos son los verdaderos genios del cine. Su supuesta obra maestra es tremendamente aburrida, hay miles de películas mejores que esta. Si alguien sufre de insomnio, se la recomiendo, te hará dormir en un par de segundos. Al resto de los mortales, no se las recomiendo.

David G. Durán & Alberto L. Fernandez 2º Bach. B

Anónimo dijo...

RESUMEN

En un tenebroso castillo que se alza sobre una colina, un inventor le dio vida a un joven, le dio sentimientos, le dio corazón, le dio brazos, piernas y rostro, pero no le dio manos. En lugar de estas, el sujeto poseía unas filosas tijeras. Un día como cualquier otro, el joven saldrá de su aislamiento, solo para descubrir un mundo alterno, un mundo donde todo parece ser maravilloso, donde a pesar de que jamás será comprendido, encontrará la amistad y mas importante aun, el amor verdadero.
La indiscutible obra maestra del joven prodigio Tim Burton, quien tras el enorme éxito comercial de Batman (1989) se dedicó a una obra más personal. Junto a la guionista Carolina Thompson ideó una historia sobre un ser de otra naturaleza, un incomprendido, un freak envuelto en una encantador y enternecedor cuento de hadas con un toque mágico y oscuro, característicos del universo particular de su excéntrico autor.
Perfecta encarnación de Edward, de la mano de Johnny Depp, con una relajada e inquebrantable encarnación de inocencia y torpeza. Perfectas también las actuaciones de la bella Wynona Ryder, y en especial la del gran Vincent Price, en su última y gloriosa aparición en el celuloide, el ídolo eterno del autor de esta magnífica cinta.
Una fábula rodeada por un halo oscuro, inspirado en las cintas de horror de la factoría Hammer y las temáticas universales de los cuentos medievales, un castillo, un inventor, un monstruo, una damisela, una multitud colérica, y el amor entre opuestos, todo se da cita aquí tomando parte en la cotidianeidad de un típico suburbio americano; un hermoso contraste diseñado por el fotógrafo Stefan Czapsky.
Mención a parte a La hermosa partitura de Danny Elfman redondeando toda la obra bajo el manto de lírica casi celestial.

VALORES

Se trata de un delicioso y triste cuento que retoma mitos clásicos como Frankenstein o Pinocho (ser viviente creado por el hombre, que lucha por hacerse un espacio en la sociedad) o como la Bella y la Bestia y cierta influencia del musical "El Fanstasma de la Ópera" de Andrew Lloyd Webber (un amor imposible entre un monstruo, marginado por la sociedad, y una bella joven). El entorno social es descrito de forma crítica y a veces ridiculizando a los personajes, los cuales sienten fascinación y a la vez miedo hacia un ser diferente, que no comparte sus actitudes ni valores. Paralelamente tiene lugar una bonita historia de amor, un amor verdadero y puro, más fuerte que cualquier convención o atadura y sin ningún tipo de condicionante cultural, económico, etc.

HECHO POR: ISABEL MORALES DIAZ
MºNAVIL MOLERO MORALES
2ºBACH.B

Anónimo dijo...

VICTOR MANUEL JIMÉNEZ AGUADO
VICTOR LEYVA GARCÍA

LA INGRATITUD DEL SER HUMANO

¿Te gustaría estar marginado?
Seguramente no, en este planeta hay millones de personas a las que no se le tiene ningun afecto, bien porque no tengan familia o porque sean marginados de la sociedad, debido a algo que lo diferencia de los demás.

En la película de “EDUARDO MANOS TIJERAS” se nos cuenta la historia de un hombre diferente a los demas por llevar ojas de tijera en lugar de manos, la piel muy palida y una forma estartalada de ser.
En esta pelicula se nos hace ver como las personas pueden cambiar de parecer muy rápidamente, bien porque no se la haga caso o por el poco respeto que tiene hacia los demas, la solidaridad en esta pelicula es el motivo de la alegria y tristeza del personaje principal, primero al ser acogido por la trabajadora de avon y con el cariño que trata toda la familia a este hombre, a lo largo de la pelicula se ve como cada vez los vecinos empiezan a hacerle la convivencia imposible con esta familia, bien por envidia, por celos o por simplemente ver que Eduardo es diferente a ellos. Hasta el punto de llegar a quererlo acusar de cosas que el no ha hecho e intentándolo matar.
Para mi en esta pelicula se ve claramente lo cruel que puede ser el ser humano con su misma raza, yo creo que la diferencia tiene que existir ya sea para bueno o malo, pero cada persona es como es y no hay que criticarla, ni hacerle la vida imposible simplemente porque sea diferente, de otro color, otra religión, pensamiento o ideologia politica o cultural.
Si alguna vez llegaramos a aceptarnos cada uno como somos empezará a tranquilizarse estas tensiones y enemistades existentes en todas las partes del mundo.

Conclusión: Conocete a ti mismo para empezar a aceptar a los demás por lo tanto vive y deja vivir.

Anónimo dijo...

SOLIDARIDAD


Concebido como un moderno cuento de hadas, Eduardo Manostijeras es el más fiel reflejo de las obsesiones de su director: la dialéctica existente entre lo diferente y lo cotidiano, lo monstruoso frente a lo vulgar. Su protagonista es una más de esas víctimas de la hipocresía social. Su mundo, el castillo en el que vive recluido, es la materialización de la pureza, alejado de toda contaminación que supone el contacto con la realidad cotidiana. Un mundo, en fin, de ensueño (y que obtiene su metáfora más perfecta en esa máquina de hacer galletas inventada por su padre-científico, un Vincent Price coronando su larga filmografía antes de la muerte, tanto en la realidad como en la ficción). Tan sólo una verja lo separa de la urbanización donde se desarrolla la historia, una hilera de casas de tonos pastel donde existe una supuestamente tranquila y apacible vida: la materialización de una sociedad de plástico, cuyos valores humanos han quedado velados por las barbacoas, las camas de agua y la televisión por cable. Es la negación absoluta de la imaginación y la fantasía. Conceptos que Eduardo, una vez penetra en esa realidad que no le pertenece, pretende trasladar a sus jardines y a sus peinados.
En su visita al mundo exterior, el protagonista aprende lo que es el odio y el engaño. Sus tijeras, que en su hogar era lo que le permitía crear esas fascinantes obras de arte, son aquí las que producen dolor. La incomprensión y la intolerancia acabarán por devolver a Eduardo a su lugar de origen. Incapaz de acariciar a un ser querido sin hacerle daño, forzado a portar máscara en un mundo de apariencias, es condenado a vivir eternamente en su antigua mansión. Pero, en su soledad, siempre hallará un refugio al que acudir en sus momentos más afligidos, lo único verdadero que pudo encontrar en aquel mundo de ficción: el amor de Kim, la hija adolescente del matrimonio que le acogió en su hogar. Es éste un lenguaje que ya conocía en su mundo, el sentimiento que le unía al científico que le creó.
En esta película la solidaridad aparece reflejada en la madre de kim, que adopta a Eduardo sin importarle su aspecto diferente al de los demás.
Al principio en el pueblo todo el mundo lo acepta tal y como es sin importarle las tijeras, las mujeres incluso llegan a sentirse atraídas por el y al principio Eduardo se siente como en casa aunque hay pequeñas cosas que le incomodan. con el tiempo Eduardo se convierte en una moda en el pueblo y lo que parecía solidaridad era el reflejo de una sociedad sin escrúpulos que utilizaba a el muchacho.

POR:SARA MORENO Y RAQUEL TAMAYO
2ºBACH B

Anónimo dijo...

Es invierno y una anciana cuenta a su nieta una leyenda. Una historia sobre una criatura que vive sola en un castillo y que tiene tijeras en lugar de manos. Un dia, la visita de una vendedora de Avon cambiará su vida.
Sin duda, estamos ante la película más representativa del cine de Tim Burton. Eduardo Manostijeras plasma todo lo que más tarde el cineasta iría introduciendo en sus personajes: El freak raro, solo y abandonado que es incomprendido por los que le rodean, los personajes extremos y arquetípicos, y el retrato de la sociedad que prejuzga y teme a quien es distinto o no conoce. Además, incluye el que quizás sea el motivo más repetido en sus películas: La inclusión como protagonista de un personaje extraño, que rompe los esquemas de estrella protagonista (Bitelchús, Vincent, Ichabod Crane, Ed Wood...) y que, en cierto modo, es un reflejo del propio Burton.
Después del arrollador éxito de Batman, que superó las previsiones más optimistas, Burton pensó seriamente en alejarse durante un tiempo del mundo del cine para dedicarse a la pintura, puesto que toda la fama y la situación de director estrella a la que le habia llevado Batman le incomodaban bastante. Tampoco quería llevar a cabo la secuela que la Warner le proponía. No obstante, el director propuso un nuevo proyecto al estudio: una película que girase en torno a un personaje que creó algunos años antes, una imagen de un chico con tijeras en lugar de manos que le impedían el contacto físico.
Tiempo antes, durante la preproducción de Bitelchús, Burton pidió a Caroline Thompson (novelista con el mismo representante que el director) que escribiera un guión para su personaje Eduardo Manostijeras. Posteriormente, Thompson escribiría también el guión de Pesadilla Antes de Navidad . Se lo mostraron a la Warner, que lo rechazó (lo que querian era que Burton rodase Batman 2) y a la Fox, que finalmente lo aceptó.
Para el papel de Edward, Burton pensó en Tom Hanks, Robert Downey Jr. e incluso Michael Jackson (si si, el cantante). La Fox propuso a Tom Cruise, pero tras reunirse con Burton, declinó la oferta temiendo que el papel afectase a su imagen de "chico guapo".
Hasta que Depp, que participaba en 21 Jump Street, una serie menor de la Fox, leyó el guión. Según admite el actor, lloró mientras lo leía y quedó totalmente enamorado de la historia. Él y Burton congeniaron enseguida, así que el papel fue suyo. Ahí comenzó a labrarse una intensa amistad que aun dura.
Aunque Eduardo Manostijeras no deja de ser un Frankenweenie adaptado, un Frankenstein moderno, resulta una película original visualmente y en su planteamiento, un pequeño cuento de hadas que se ha convertido por derecho propio en una de las mejores creaciones de Tim Burton.




ALVARO MARTINEZ LOMAS
2º BACH B

Anónimo dijo...

Comentario de: Eduardo Manos Tijeras



Tim Burton no cesa en su empeño de llevar a cabo proyectos completamente personales con envoltorio de superproducción. Esta lección la aprendió cuando se embarcó en ese blockbuster del verano de 1989 llamado Batman. Y fue este filme precisamente el que le proporcionó la confianza necesaria por parte de los estudios para rodar un proyecto que desde hacía años tenía en mente: la historia de un hombre que tiene tijeras en lugar de manos, una imagen que, como la del niño-ostra o la niña con clavos en los ojos, le rondaba la cabeza desde su infancia.
Concebido como un moderno cuento de hadas, Eduardo Manostijeras es el más fiel reflejo de las obsesiones de su director: la dialéctica existente entre lo diferente y lo cotidiano, lo monstruoso frente a lo vulgar. Su protagonista es una más de esas víctimas de la hipocresía social. Su mundo, el castillo en el que vive recluido, es la materialización de la pureza, alejado de toda contaminación que supone el contacto con la realidad cotidiana. Un mundo, en fin, de ensueño (y que obtiene su metáfora más perfecta en esa máquina de hacer galletas inventada por su padre-científico, un Vincent Price coronando su larga filmografía antes de la muerte, tanto en la realidad como en la ficción). Tan sólo una verja lo separa de la urbanización donde se desarrolla la historia, una hilera de casas de tonos pastel donde existe una supuestamente tranquila y apacible vida: la materialización de una sociedad de plástico, cuyos valores humanos han quedado velados por las barbacoas, las camas de agua y la televisión por cable. Es la negación absoluta de la imaginación y la fantasía. Conceptos que Eduardo, una vez penetra en esa realidad que no le pertenece, pretende trasladar a sus jardines y a sus peinados.
En su visita al mundo exterior, el protagonista aprende lo que es el odio y el engaño. Sus tijeras, que en su hogar era lo que le permitía crear esas fascinantes obras de arte, son aquí las que producen dolor. La incomprensión y la intolerancia acabarán por devolver a Eduardo a su lugar de origen. Incapaz de acariciar a un ser querido sin hacerle daño, forzado a portar máscara en un mundo de apariencias, es condenado a vivir eternamente en su antigua mansión. Pero, en su soledad, siempre hallará un refugio al que acudir en sus momentos más afligidos, lo único verdadero que pudo encontrar en aquel mundo de ficción: el amor de Kim, la hija adolescente del matrimonio que le acogió en su hogar. Es éste un lenguaje que ya conocía en su mundo, el sentimiento que le unía al científico que le creó.
En el desarrollo de esta idea, el director se permite conjugar una serie de estilos contrapuestos: la maravillosa escenificación de cuento navideño, que adquiere su máximo valor en la secuencia del baile de Kim bajo la nieve creada por Eduardo; el tenebroso castillo abandonado con el ático de techo semiderruido donde tiene lugar el encuentro de Peg con Eduardo recuerda los viejos filmes de la factoría Hammer; ese mundo juvenil típico de las comedias estudiantiles de los 80, con los dormitorios inundados de fotografías que encumbran a sus ídolos; etc.
Pocas veces se ha realizado con tanta delicadeza una declaración de principios tan bella en forma de amargo poema romántico. Sin duda la obra más personal de Burton, Eduardo Manostijeras se constituye como un auténtico alegato contra la hipocresía y la mezquindad de la sociedad, al mismo tiempo que le permite a su director realizar un particular homenaje a toda la imaginería del cuento infantil en su máximo grado de elegancia formal, conjugando la primorosa calidad plástica de la forma con la profundidad fabuladora de sus contenidos.

POR FRANCISCO ÁRBOL Y CRISTINA MEJÍAS

Anónimo dijo...

LA SOLIDARIDAD




La solidaridad es uno de los principios básicos de la concepción cristiana de la organización social y política, y constituye el fin y el motivo primario del valor de la organización social. Su importancia es radical para el buen desarrollo de una doctrina social sana, y es de singular interés para el estudio del hombre en sociedad y de la sociedad misma.

La palabra solidaridad proviene del sustantivo latín soliditas, que expresa la realidad homogénea de algo físicamente entero, unido, compacto, cuyas partes integrantes son de igual naturaleza. La Doctrina Social de la Iglesia entiende por solidaridad «la homogeneidad e igualdad radicales de todos los hombres y de todos los pueblos, en todos los tiempos y espacios; hombres y pueblos, que constituyen una unidad total o familiar, que no admite en su nivel genérico diferencias sobrevenidas antinaturales, y que obliga moral y gravemente a todos y cada uno a la práctica de una cohesión social, firme, creadora de convivencia. Cohesión que será servicio mutuo, tanto en sentido activo como en sentido pasivo» . Podemos entender a la solidaridad como sinónimo de igualdad, fraternidad, ayuda mutua; y tenerla por muy cercana a los conceptos de «responsabilidad, generosidad, desprendimiento, cooperación, participación» .
Desgraciadamente, esta conciencia de solidaridad universal suele reducirse a una buena intención, una aberración lejana y sentimental hacia las injusticias sociales, hacia la pobreza o el hambre. Y este sentimiento que arroja nuestras esperanzas hacia un país lejano, tal vez arranque de nosotros la capacidad de observar las necesidades de los seres humanos que lloran a nuestro lado todos los días.

La solidaridad es una palabra de unión. Es la señal inequívoca de que todos los hombres, de cualquier condición, se dan cuenta de que no están solos, y de que no pueden vivir solos, porque el hombre, como es, social por naturaleza, no puede prescindir de sus iguales; no puede alejarse de las personas e intentar desarrollar sus capacidades de manera independiente.
La solidaridad, por tanto, se desprende de la naturaleza misma de la persona humana. El hombre, social por naturaleza, debe de llegar a ser, razonada su sociabilidad, solidario por esa misma naturaleza. "La palabra solidaridad reúne y expresa nuestras esperanzas plenas de inquietud, sirve de estímulo a la fortaleza y el pensamiento, es símbolo de unión para hombres que hasta ayer estaban alejados entre sí". Es la solidaridad el modo natural en que se refleja la sociabilidad: ¿para qué somos sociales si no es para compartir las cargas, para ayudarnos, para crecer juntos? Como ya veremos, la solidaridad es algo justo y natural; no es tarea de santos, de virtuosos, de ascetas, de monjes, de políticos; es tarea de hombres.
FUNDAMENTOS
La verdadera solidaridad, aquella que está llamada a impulsar los verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones, está fundada principalmente en la igualdad radical que une a todos los hombres. Esta igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca de la persona, sin importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido.

Posteriormente el cristianismo vino a completar este concepto. Amarás a tu prójimo como a ti mismo, dicen los evangelios, para añadir a las relaciones de justicia estricta, un nuevo elemento: la caridad. Para el cristiano, la solidaridad no se reduce a dar lo justo, lo mínimo exigible, ni a dar lo que me sobra, sino que el concepto de amar al prójimo va más allá. A la pregunta ¿por qué solidaridad? El cristiano deberá responder: por que es lo justo, y porque amo al hombre. Para el cristiano, la justicia no es medida plena de la solidaridad, sino solo su exigencia mínima. La solidaridad, justa de por sí, se hace plena y se enriquece con las nociones de amor, caridad y entrega.

SOLIDARIDAD ENTRE INDIVIDUOS.
Para buscar una solidaridad con alcance social, que tenga repercusión tangible en la comunidad, no podemos dejar de lado la solidaridad personal entre individuos que se saben iguales. Sería mentira decir que nos preocupamos por la sociedad, o por los necesitados en general, si cuando se nos presenta la ocasión de ayudar a una sola persona necesitada, no adoptamos una verdadera actitud solidaria. El empeño por la solidaridad social adquiere valor y fuerza en una actitud de solidaridad personal.


LA PELICULA “EDUARDO MANOSTIJERAS”

Cuento de hadas dirigido, producido y escrito por Tim Burton en el año 1990. Con esta película me enamoré definitivamente de Burton como director.
Es una historia para adultos con alma de niños, una vez más vuelve a tener como protagonista a un personaje que se desvía de lo que todo el mundo llama normal, y que es discriminado por su aspecto físico (su extrema palidez y sobretodo por el hecho de que en vez de manos tiene tijeras). En esta película se habla de la bondad de algunas personas que miran más allá del aspecto, que buscan en lo profundo del alma, que no se dejan llevar por lo que opinan los demás.

Eduardo (Johnny Depp) permanece aislado en su mundo hasta que llama a su puerta una representante de Avon (Diane Weist), que se compadece de su soledad y se lo lleva a vivir con ella y su familia a su casa. En un principio todo el mundo lo rechaza como un bicho raro aunque después sobresaldrá como un peluquero muy fashion y cortador de arbusto muy original dando distintas formas a los arbustos del vecindario.


Hecho por Álvaro Jiménez Aguado

Anónimo dijo...

EDUARDO MANOSTIJERAS


Es la historia de un viejo inventor que un día decide crear un hombre a partir de un robot que pica verduras; por desgracia el inventor fallece antes de terminarle por completo, dejando sus manos hechas de tijeras. El joven, Edward, pasa mucho tiempo encerrado en la vieja mansión hasta que un día acierta a pasar por ahí una amable vendedora de cosméticos llamada Peg, madre de familia, quien decide llevárselo a su casa compadecida por la inocencia del chico. Edward pasa por incomprendido por todos los vecinos curiosos que rodean el vecindario quienes parecen absolutamente incapaces de comprender la belleza de corazón de Edward y lo tratan como una especie de fenómeno de feria. Edward, sin embargo, se enamora de la hija de Peg, Kim. Por el otro lado, Winona(Kim) también está enamorada de Edward, sin embargo, tiene novio, el cual resulta ser un hombre que lo único que quería, era aprovecharse de la injenuidad de Edward para encarcelarlo, al darse cuenta del amor que hay entre Edward y Kim.Ya en el final de la historia, Kim se logra dar cuenta que lo que sentía por Edward era amor, y que su novio, no era el hombre del que alguna vez estuvo enamorada, pero los celos de su novio llegaron a tal punto, de tratar de matar a Edward, pero lo único que logra, fue matarse a sí mismo. Edward, sin embargo, resulta ileso. Edward regresa a su castillo, pero jamás dejó de amar a Kim, y viceversa, ya, al llegar a vieja, Kim relata esta bella historia a su nieta, y esta le sugiere ir a ver al hombre del cual se enamoró de joven, ella insistentemente le dice que ella prefiere recordarlo como era, y que el la recuerde como era entonces, antes de llegar a la 3ª edad.

La solidaridad social consiste en colaborar de manera desinteresada con el bien común.Para buscar una solidaridad con alcance social, que tenga repercusión en la comunidad, no podemos dejar de lado la solidaridad personal entre individuos que se saben iguales. Sería mentira decir que nos preocupamos por la sociedad, o por los necesitados en general, si cuando se nos presenta la ocasión de ayudar a una sola persona necesitada, no adoptamos una verdadera actitud solidaria. El empeño por la solidaridad social adquiere valor y fuerza en una actitud de solidaridad personal.
al igual que en la sociedad actual cuando conoces a alguien diferente te llama la atención, pero la sociedad lo rechaza porque aunque te llame la atención sigue siendo diferente al resto de las personas.
en esta película todo el mundo se muestra solidario con él, pero en cuanto alguien difunde una infamia sobre él lo rechazan.

diana fernandez barrilado y loly gutierrez moliner
2º bachillerato b